Jaime Ostos se despidió de este mundo el 8 de enero del año pasado a los 90 años cuando estaba de vacaciones con su mujer María de los Ángeles Grajal. La viuda y sus hijos decidieron mantenerse en silencio, pero los problemas familiares y los altercados entre ellos salieron a la luz.
Jaime Ostos antes de irse sabía que su familia no se llevaba nada bien, sin embargo, guardó el secreto hasta el día de su partida. María de los Ángeles Grajal ha trasladado las cenizas del diestro a Madrid y hay se desató el escándalo.
De acuerdo a la revista "Pronto", Jacobo, hijo de Jaime Ostos, está involucrado en una polémica por las cenizas, ya que sus hermanos quieren obtener los restos de su padre. Además, el torero no dejó un testamento, por lo que traerá grandes problemas en la herencia.
Al respecto, María de los Ángeles Grajal dejó en claro en "El Español" que "se lleva bien con los hijos mayores del torero". "Tengo un vínculo estupendo", expresó. "No me hace ninguna gracia que las cenizas de mi marido sirvan para entretenimiento en los platós de televisión", expresó.
"No me hace ninguna gracia que las cenizas de mi marido sirvan para entretenimiento en los platós de televisión".
¿Cómo supera el adiós del torero?
La última mujer de Jaime Ostos señaló que "todos los días recuerda a su marido". Además, se refugia en sus amigas y en su hijo Jacobo. "Es estupendo, gracias a él me mantengo. Me da ánimos y demás", expresó.