Antonio Montero ha mostrado un lado desconocido para la audiencia en “Pesadilla en el paraíso”. Se sinceró de tal forma que pudimos conocer varios de los detalles de su vínculo con Marisa Martín Blázquez. Este hecho hizo que Marisa se molestara, ya que aparecieron varios titulares hablando sobre su historia. Esta molestia no aplacó sus ganas de ir al espacio de Telecinco donde sorprendió al participante, recoge la revista “Semana”. Nuevamente, el mediático habló en “Sálvame” sobre su vínculo y reveló cómo afrontó su crisis matrimonial.
El tertuliano quiso remarcar que siempre le ha gustado Marisa Martín Blázquez: “Claro que me gusta, siempre me ha gustado”. Antonio Montero contó que la crisis llegó con sus 50. Todo en él era caótico tanto a nivel personal como sentimental.
“Voy a contar lo que ha pasado y lo que explica todo esto. ¿Qué pasa? Que yo tuve una época que tuve mis confusiones, mis problemas y mi crisis importante personal. Muchas cosas, que coincide habitualmente cuando tenemos 50 años y dicen que en los hombres es algo habitual. Dicen que llega un momento en el que te planteas cosas y más en un caso como el mío en el que llevo 40 años con la misma persona. Y también viví una crisis matrimonial”, alegó el comunicador.
"Duró muy poco tiempo".
Antonio Montero enfatizó que fue un momento de dudas en el que se planteó muchas cosas. Tanto era sí que en internet quedó establecido que está separado. Sus compañeros se interesaron por su testimonio y quisieron saber cuánto tiempo estuvo separado de Marisa y hasta cuándo duró esa crisis. “Mi separación me duró muy poco tiempo. Muchísimo menos de un año. Infinitamente menos”, acotó.
Antonio Montero recuerda su reconciliación con su pareja
Quiso darle más importancia al momento dulce, aquel en el que las confusiones se disiparon y volvieron a caminar juntos por el sendero de la vida. “Me llevó a volver que Marisa me rescató y yo me dejé rescatar porque era como ‘¿tú dónde vas a ir sin mí?’. ‘Pues a casa’. Pues ya está. No pasa nada”, recordó Antonio Montero.
“Hay muchas conversaciones”.
"Estoy intentando explicarlo de una manera divertida. Podéis imaginar que en esa situación que yo no manifiesto esa manera tan alegre o no tan alegre digamos quitándole hierro, pero hay mucho padecimiento, hay muchas conversaciones muy largas e incluso ciertos reproches, que luego uno se arrepiente. Yo en mí caso lo hice profundamente, de personas que nos queremos tantísimo lleguemos a plantearnos cosas o a hablarnos mal", explicó.