Jesulín de Ubrique y su esposa, María José Campanario, están pronto a celebrar el primer año de vida de Hugo, el bebé que llegó al mundo el pasado 7 de junio para iluminarlo todo. Desde entonces, se comenta, la pareja ha querido desaparecer de las primeras planas. Sin embargo, y tal como se sospechaba que ocurriría, no han podido desapegarse por completo de la escena mediática.
Resulta que Jesulín de Ubrique, tal y como se filtró desde "Semana" en las últimas horas, se convirtió en el primer concursante confirmado de la nueva edición de "MasterChef Celebrity". Tras su recordado paso por "El desafío", el torero se alista para una nueva aventura televisiva. De este modo, volverá a ponerle luz pública a su vida al lado de la odontóloga.
Recordemos que en el estelar conducido por Roberto Leal en Antena 3, el diestro causó sensación y, como si fuera poco, Campanario también se sumó al ciclo, de manera escueta, para secundar a su compañero de vida. ¿Veremos a la profesional de la salud junto a las hornallas más famosas de España? Eso está por verse. Sin embargo, hay algo claro: el matrimonio volverá a ser comidilla de la prensa.
Aún se desconocen los nombres de los compañeros que tendrá Jesús en "MasterChef Celebrity".
Lo cierto es que desde "Pronto" se indicó a fines de febrero que Jesulín de Ubrique y María José habían optado por una vida alejada de los 'paparazzi' tras la llegada de su hijo menor. Se detalló que ella se volcó de lleno al cuidado de Hugo y que él continúa con su gasolinera y la explotación de Ambiciones, su famosa finca. Sumado a eso, se indicó que habrían tomado la determinación de dejar de lado las exclusivas que protagonizaron en tantas ocasiones.
¿Chau a la tranquilidad?
Una de las vecinas de la pareja llegó a informar, ante la mencionada publicación, que Jesulín de Ubrique y su esposa "quieren llevar una vida de lo más discreta. Hacen una vida familiar y tranquila". Ahora, con el fichaje del hermano de Víctor en la nueva edición de "MasterChef Celebrity", las cosas parecen estar a punto de cambiar. ¿Adiós a la tranquilidad de Arcos de la Frontera?