Ana Rosa Quintana habló no hace mucho con la revista "¡Hola!" con el fin de entregar precisiones sobre su estado de salud. Sumado a eso, se refirió de manera muy concreta al importante rol que tuvo su marido, el empresario Juan Muñoz, en medio de su recuperación.
La "reina de las mañanas" salió en octubre de 2021 de los platós de televisión para dedicarse tiempo completo a sanarse del padecimiento oncológico que le fue detectado por esas fechas. Habiendo atravesado un intenso tratamiento, Ana Rosa Quintana retornó a su programa casi un año más tarde. Admite que, pese a su buen semblante, "no estoy curada".
No obstante, se la ve maravillosa en pantalla. Alegre, inteligente y tan elegante como siempre. Su esposo, afirmó, le sostuvo la mano en las horas más angustiantes. Están juntos desde hace 18 años y sellaron su amor en una inolvidable ceremonia montada en Sevilla, una de las localidades que más ilusión le hacen a la veterana comunicadora.
"Él tiene una calidad humana impresionante. Me hacía sonreír en todo momento", declaró la estrella no sin antes destacar que el "buen humor" de su hombre la ayudó a elevar cabeza mientras se mantenía alejada de las cámaras. "Siempre divertido, con bromas y diciéndome lo guapa que estaba", sumó. La diva de Telecinco y el empresario derrochan complicidad allí por donde van. En su retorno triunfal a "El programa de Ana Rosa", Juan se ubicó detrás de cámaras para cuidarla en todo momento.
Juan es el hombre de su vida.
Recordemos que Ana Rosa Quintana y Muñoz se conocieron en la Feria de abril en 1997. Fue recién en 2004 que dijeron 'sí, quiero'. Se comenta que en Juan encontró al hombre de su vida. Fruto de su amor nacieron Juan y Jaime, sus dos hijos en común. La periodista, cabe señalar, también es madre de Álvaro, su primogénito junto a Alfonso Rojo.
Carpe diem
Cuando le detectaron el padecimiento que la llevó a decirle adiós a la TV, Ana Rosa Quintana, ante "¡Hola!", admitió que no lloró, pero que se angustió al solo pensar no poder estar al lado de sus retoños y de Juan Muñoz, el amor de su vida. Ahora, recompuesta, vive el aquí y ahora, carpe diem le dicen, junto a su marido e hijos. "Tengo mucha fe en Dios, pero también en la ciencia y creo mucho en mis médicos", acotó sobre su estado.