Isabel II marcó la vida de millones de personas en todo el mundo. Además de ganarse el cariño de Inglaterra, la soberana consiguió la simpatía de ciudadanos y dirigentes de otros países. Llevar adelante una monarquía en un mundo donde predomina la república no es fácil, aunque eso no la derribó. Al mismo tiempo que dirigía su país, la monarca atendía sus asuntos familiares y tenía sus propios ‘hobbies’, esos que la hacían olvidar las preocupaciones. Uno de sus pasatiempos más singulares era la colección de sellos.
Según informó el experto real Phil Dampier a “The Sun”, la reina Isabel II fue reuniendo diferentes sellos durante su vida y tenía una llamativa colección en una vitrina. No tenía pudor de mostrarla ante los diferentes jefes de Estado que pasaban por el Palacio de Buckingham.
Para su majestad, su amplia gama de sellos era un tesoro en la tierra, una colección que formaba parte de la historia de su familia. La colección de sellos la comenzó el príncipe Alfred, segundo hijo de la reina Victoria, en el año 1864.
Desde entonces, se fue pasando entre varios integrantes de la familia. Además del valor sentimental, esta colección tiene un importante valor económico. Entre sus piezas existe una que podría llegar a valer dos millones de dólares, según recoge “Harper’s Bazaar”.
El sello de Isabel II que cuesta dos millones de dólares
La valiosa pieza que tenía Isabel II es el sello mauriciano. Le fue obsequiado en el año 2002 tras celebrar el Jubileo de Oro.
La valiosa pieza que tenía Isabel II es el sello mauriciano.
Al principio parecía que no tendría importancia, pero su relevancia lo convirtió en un modelo exclusivo y destacado. Aunque no se conoce el precio exacto del resto de sellos, se prevé que esa colección vale una auténtica fortuna.