Cuando un estresante ritmo de vida parece no tener fin o la cabeza no deja de pensar, es necesario parar y conectarse con uno mismo. Hacer esto de forma natural no siempre es fácil y es por eso que, entre otras causas, muchas personas recurren a la musicoterapia. La web de “UMIR, la Universidad en Internet” recoge el siguiente término de esta forma de terapia: “El uso adaptado de elementos musicales con fines no musicales que están destinados a la mejora terapéutica de las condiciones de vida de las personas”.
El sitio ya mencionado recoge que hay documentación que certifica que los seres humanos nos valemos de la musicoterapia desde las primeras civilizaciones, pero los últimos 70 años han sido decisivos para instaurar su importancia. La música genera una importante variedad de respuestas en el organismo a nivel cognitivo, comunicativo, físico, psicológico, sensitivo y trascendental.
Fuente: (YouTube/ Telemadrid):
Posee influencia controlada sobre los siguientes planos: motricidad, memoria, atención, creatividad, verbalización, potenciación de los sentidos, propiocepción, reducción de estrés y ansiedad, estimulación cerebral, sistema inmune y ritmos biológicos.
La musicoterapia sirve para hacer tratamientos personalizados
Cuando la musicoterapia se utiliza para hacer tratamientos personalizados atiende las necesidades de cada individuo. Los objetivos que se buscan son terapéuticos y sus resultados se pueden medir.
Fuente: (YouTube/ Red Educa).
Es un espacio donde el usuario puede hacer un ejercicio de introspección y comenzar a sacar su lado más extrovertido. O sea, permite la conexión con uno mismo y con las personas de su entorno.
Los efectos de la música son más fuertes cuando se toca en vivo.
El tipo de musicoterapia puede cambiar de un paciente a otro, desde sonidos simples y elementales a piezas más complejas y producidas. Los efectos de la música son más fuertes cuando se toca en vivo.
Los profesionales que se dedican a esta disciplina saben dar sentido a esa música de forma estética para alcanzar experiencias de éxito y autorrealización en quien escucha sus melodías.
Algunos de los casos en los que se utiliza la musicoterapia es en pacientes con rasgos de autoestima, déficits de atención, trastornos alimentarios, demencias y disfuncionalidades del habla o la movilidad.