Los más románticos todavía recuerdan aquellos tiempos en los que se enviaban cartas. Cuando no había teléfono y los viajes se convertían en experiencias que no se podían contar hasta que se regresaba o llegaban las cartas a destino. Hoy en día se pueden seguir enviando cartas, pero no es tan común. La nueva tecnología ha dejado atrás esta costumbre. Sin embargo, todavía hay organismos que mandan notificaciones por cartas y paquetes que se envían por correo. Para todo ello es necesario tener sellos postales o comprarlos.
Se podría decir que los sellos postales no van de la mano con la modernidad, pero la filatelia sí que se encuentra incorporada y a precios desorbitantes. Las piezas más buscadas por los coleccionistas son aquellas antiguas de las que quedan muy pocas y tienen un valor histórico.
En el año 2017, “Infobae” publicó un artículo donde recordaba algunas de las historias más trepidantes de sellos conocidos en todo el mundo. Te contamos algunas de ellas.
Magenta de un penique de Guayana Británica. En junio de 2014, se convirtió en uno de los sellos postales más caros del mundo. Se subastó con cita en Nueva York y llegó a la suma estratosférica de 9 millones de dólares.
Una serie de 1856 emitida por la entonces colonia británica.
Fue el único supervivientes de una serie de 1856 emitida por la entonces colonia británica. Se advertía que podía haber un bloqueo de envíos postales, por lo que la imprenta de la Gaceta Oficial de Georgetown imprimió de emergencia 3 tipos de estampillas. El único firmado por el escribano E.D. Wright fue encontrado por un niño de 12 años entre unos papeles familiares. Nunca sospechó que pudiera valer tanto.
Un error grosero acompaña a Jenny invertido
La serie de Jenny invertido salió el 10 de mayo de 1918 por parte del correo de EEUU. Un aficionado compró una hoja de 100 de la primera entrega, por la que pagó 24 dólares, y se dio cuenta de que había algo diferente respecto al resto de los sellos postales.
El avión Curtiss JN 4 estaba invertido. Esta equivocación lo llevó a ser una de las estampillas más famosas y la vendió por 15.000. En 1990 la pieza se dividió en grupos y 4 de las piezas se vendieron por un millón de dólares.