En el mundo de la numismática, hay miles de monedas que se transforman en una verdadera reliquia para quienes se dedican al coleccionismo. Sin embargo, no todos los ejemplares son de colección.
Las personas que se dedican a coleccionar monedas tienen en claro esta situación. Es por ello que los aficionados a la numismática buscan aquellos ejemplares que son “raros”, tienen algún error de acuñación, una baja tirada o pertenecen a alguna edición especial.
Es el caso de la moneda de 100 reales madrileños de 1864. Se trata de una moneda que comenzó a acuñarse en 1850 y cuenta con un importante peso en oro. En el mercado también es conocida como la moneda de oro de la reina Isabel II.
Esta moneda puede valer hasta 500 euros.
Estas monedas han cobrado relevancia en el mundo del coleccionismo, además, debido a su leyenda. “Isabel II por la gracia de Dios y la constitución”, indica la misma en su anverso. De este modo, según detalla “España Diario”, da cuenta del valor histórico que tiene y se ha vuelto una de las más buscadas.
¿Cuánto vale?
Si cuentas con una de estas monedas, aunque son escasas y la mayoría se consiguen por medio de subastas especializadas, puedes hacerte acreedor de una buena suma de dinero. Sucede que los coleccionistas han llegado a pagar hasta 500 euros por esta pieza.