Los aficionados a los sellos postales tienen un olfato muy fino para las piezas únicas. No solo se dedican a recopilar los modelos más bonitos o curiosos, sino aquellos que tienen valor económico e histórico. Los enamorados de la filatelia cayeron rendidos en el año 2015 cuando Correos sacó a la circulación una serie de seis sellos con la imagen del rey Felipe VI en varios colores. Tenían valores diferentes que iban desde el céntimo de euro hasta los cinco euros.
Este último tenía una información extra que encantó a los coleccionistas de sellos postales. Se podía acceder a la realidad aumentada con una aplicación móvil. Aquellos que podían entrar con su dispositivo al retrato del monarca, veía una animación con un emoticono.
De esta manera, era posible visualizar una filmación con datos acerca del rey Felipe VI. Según registra “20 Minutos”, cuando Juan Carlos I estaba en el trono, “el servicio postal público puso en circulación más de 15 sellos” con su rostro.
El de cinco euros también era el de mayor tamaño.
Con su abdicación en 2014, Felipe VI pasó a ser el protagonista de los sellos postales, de la llamada “serie general” o “definitiva”. La diferencia de colores en las estampillas del rey actual respondía a su valor monetario. El de cinco euros también era el de mayor tamaño (24,5 por 35 milímetros). Su papel era autoadhesivo y presentaba un color gris.
La pieza que los coleccionistas tienen en la mira
Al mismo tiempo, Correos lanzó una “prueba de artista” del sello de cinco euros, en oro de 24 quilates “que recubre una base de plata de 999 milésimas”. En una nota de prensa comunicaron que esta pieza fue ideada para que los coleccionistas se deleitaran.
En unos años más puede que todos los sellos postales que hemos nombrado en este artículo valgan un dineral y los coleccionistas se desesperen por encontrarlos, como ya ha ocurrido con otras piezas.