Para aparecer en sellos postales hay que ser un personaje importante en la historia. Letizia nunca pensó que su rostro quedaría impregnado en este sencillo producto que sirve para que el correo postal funcione debidamente. La experiodista era una ciudadana común y corriente hasta que Felipe VI se cruzó en su camino. El amor tocó su puerta y no hubo nada que hacer. Siendo la esposa del rey de España era inevitable que la faz de doña Letizia apareciera impresa en estas piezas.
En el año 2014, se pusieron en circulación los primeros sellos postales de Felipe VI y Letizia. Según registra “El Mundo”, fue una “emisión conmemorativa de Correos” que contaba de 2 modelos: una con el retrato del rey y otra junto a su compañera de vida. Las dos podían obtenerse por 1 euro. La serie “Su Majestad Don Felipe VI. Rey de España” se difundió como una hoja con los dos sellos sobre un fondo con la bandera de España y el escudo de armas del jefe de Estado.
En octubre de ese año, Correos anunció que lanzaría 300.000 hojas de estos sellos postales impresos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT).
Las imágenes que se eligieron en ambos casos fueron retratos oficiales del fotógrafo Dany Virgili. Las hizo en el año 2010, cuanto todavía eran Príncipes de Asturias, 4 años antes de la difusión de la serie.
Los reyes ya estaban acostumbrados
Los sellos postales de aquella época fueron muy especiales, pero no eran los primeros en los que aparecían.
Por el lado de Felipe VI: En 1977 salió uno de Felipe VI bajo el título “Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias, Príncipe Felipe y Basílica de Covadonga”. En 1979 apareció otro y también en 1984 (miembros de la familia Real) y 2001 (en el aniversario del reinado de Juan Carlos I).
Modelos que hoy parecen corrientes podrían valer mucho dinero en unos años.
Junto a Letizia: el día de su boda, el 22 de mayo de 2004, Correos puso en circulación sellos conmemorativos. Guardar estas piezas puede ser valiosísimo de cara al futuro. Modelos que hoy parecen corrientes podrían valer mucho dinero en unos años, sobre todo teniendo en cuenta el escándalo que supuso la abdicación de Juan Carlos I, que obligó inmediatamente a Felipe VI a tomar el control.