La numismática española revela la fascinante historia y el valor intrínseco de las monedas antiguas y conmemorativas. Dos ejemplares destacados en esta tradición son las monedas de 100 pesetas acuñadas en 1897 y 1980, cada una con su propio atractivo y valor en el mercado.
La moneda de 100 pesetas de 1897 se considera una auténtica pieza histórica, ya que fue acuñada durante un momento significativo: el año en que comenzó el enfrentamiento hispano americano.
Este hecho histórico le confiere un valor especial y un atractivo adicional para los coleccionistas. Además, su rareza en la actualidad contribuye a su valor en el mercado numismático. En las subastas en línea, esta divisa puede alcanzar un precio impresionante de hasta 3000 euros, lo que refleja el reconocimiento de su importancia histórica y su escasez.
Por otro lado, la moneda de 100 pesetas de 1980 tiene un encanto distinto. En su reverso, presenta el rostro del rey Juan Carlos I, quien reinó en España durante ese período. Aunque no posee la misma antigüedad que su contraparte de 1897, esta moneda aún tiene un valor considerable en el mercado. En algunas pujas 'online', su valor puede llegar a los 500 euros, lo que indica que los coleccionistas reconocen su significado y potencial a medida que pasa el tiempo.
Entre 500 y 3.000 euros valen estos ejemplares.
Por qué son de las más buscadas
Estos dos ejemplares de pesetas españolas son testigos silenciosos de la historia y el legado del país. Reflejan momentos clave y figuras destacadas que han dejado su huella en la memoria colectiva. Además, su valor monetario no solo radica en la cantidad que se paga por ellos, sino en el conocimiento y la pasión que transmiten a través de su belleza artística y su conexión con la historia.