Si alguna vez has pensado que la moneda de un euro que circula por tu bolsillo no tiene mucho valor, prepárate para sorprenderte. En el apasionante mundo del coleccionismo de monedas, ciertos ejemplares pueden convertirse en auténticos tesoros con un valor económico impresionante.
En el centro de atención se encuentra una moneda de un euro acuñada en Mónaco en 2007, y su valor puede alcanzar entre 360 y 400 euros, e incluso más, en subastas 'online'. La clave de su precio tan elevado radica en un error de acuñación: esta moneda en particular carece de las marcas habituales en los lados. Además, debido a su rareza, ya que fue retirada de la circulación, actualmente solo quedan alrededor de 2.000 ejemplares en todo el mundo.
Pero esa no es la única moneda de un euro que puede hacerte ganar una suma significativa. Según el diario "ABC", existen otras piezas que también valen un buen dinero. Por ejemplo, la moneda de Mónaco de 2009 con el retrato del príncipe Alberto II puede alcanzar los 130 euros, mientras que la del Vaticano de 2002 con Juan Pablo II se cotiza en 120 euros.
Estos ejemplares han multiplicado su valor en el mercado de la numismática.
Por otro lado, la moneda de Mónaco de 2011 con el príncipe Alberto II tiene un valor de 110 euros, seguida de la moneda de Portugal de 2008 con la imagen de Lisboa, que se estima en 100 euros entre los coleccionistas.
Del Vaticano
En el caso de las monedas del Vaticano, la de 2005 con la inscripción "Sede Vacante" se vende por alrededor de 80 euros, mientras que la de Benedicto XVI de ese mismo año alcanza los 60 euros. La moneda del Vaticano de 2003 con el Papa Juan Pablo II tiene un valor de 55 euros y la moneda de Mónaco de 2013 con el príncipe Alberto II puede alcanzar los 46 euros. Estos precios asombrosos demuestran que el mundo de la numismática es un verdadero tesoro oculto para aquellos que se aventuran a coleccionar monedas.