Durante el fin de semana, la Fórmula 1 ha podido descansar antes de que los motores vuelvan a encenderse para El Gran Premio de Austria. Sin embargo, hay uno que no se ha tomado un tiempo para descansar y ese es Aston Martin.
Os hablamos de la escudería británica, la fabricadora de coches que utiliza motores de Mercedes en el Fórmula 1. La misma le pertenece a Lawrence Stroll y tiene a Fernando Alonso y Lance Stroll como sus pilotos para la temporada de carreras de 2023. Aston Martin tiene su sede en Silverstone.
Los británicos van por todo
Según ha informado "Infobae", "la escudería británica continúa implementando nuevas mejoras en el AMR 23 con el objetivo de recortar distancias con Red Bull. Ahora mismo por debajo de los diez segundos que separaron a Verstappen y Alonso en el GP de Canadá".
El gran trabajo que está realizando Aston Martín ha logrado que pase de ocupar el séptimo puesto en el Mundial de Constructores al tercero de este curso. Sin embargo, la escudería quiere volver a tener el segundo puesto y así alcanzar a Red Bull.
Su mayor problema en este momento sería el rendimiento del DRS, y esta es la ventaja de la escudería austríaca. Tom McCullogh, director de rendimiento de Aston Martin, expresó que todos están trabajando en eso, el DRS.
"Estamos trabajando en eso (DRS) con cada mejora que traemos. Todo está relacionado con ayudar a la eficiencia del DRS cuando lo tenemos, así que sí, buscamos dar pasos adelante en eso y en Canadá lo dimos", comenzó diciendo McCullogh de Aston Martin.
Y continuó diciendo que "teníamos un plan de pruebas bastante completo y lo pudimos llevar a cabo en los Libres 2, así que tenemos todos los datos que queríamos, lo cual es positivo. Estamos muy contentos con los datos que recopilamos y el análisis inicial es que todo funciona como debería estar haciendo". Por lo que Red Bull deberá comenzar a cuidar sus pasos de ahora en adelante.