Coleccionar monedas antiguas es un negocio rentable en nuestro país. España cuenta con la segunda numismática más coleccionada del mundo, lo que le imprime una posición única de valor para las personas que se dedican a coleccionar estos artículos.
Claro que hay monedas que valen más que otras. Por ejemplo, los ejemplares menos valiosos en el mercado son los céntimos. Sin embargo, hay varias de estas monedas que sí pueden tener algún valor del que pocos podrían imaginarse.
Es el caso de la moneda de 20 céntimos de España porque se ha llegado a pagar hasta 1.500 euros en el mundo de los coleccionistas. Si tienes una de estas moneda en tu bolsillo, la puedes cambiar por ese valor en sitios dedicados a la numismática.
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Pero estas monedas de céntimos no son las únicas por las que pueden pagarte una buena cantidad de euros. Sucede que las de cinco céntimos también tienen un importante valor en el mercado. Una de la más valiosas es la de Francia, acuñada en 1999, y por la que pueden pagar hasta 850 euros para destinarla a la colección. La ligera deformación en el rostro de Marianne, el símbolo nacional de ese país, ha hecho que cobre un significativo valor.
A pesar de ser las menos valiosas, por las monedas de céntimos pueden pagar una pequeña fortuna.
Otros casos
Asimismo, otra de las monedas que pueden valer una pequeña fortuna es la de Italia. Los cinco céntimos de ese país, acuñados en 2002, con la imagen del Coliseo de Roma podría tener un valor considerable en el futuro.
En cuanto los cinco céntimos de Austria, del mismo año, valen 360 euros en el mercado. Esto se debe a su escasez, lo que la ha convertido en un bien preciado por los coleccionistas.