En el mundo, hay monedas que cuentan con alguna particularidad, ya sea por las circunstancias históricas por las que fueron elaboradas, o bien por algún detalle, como edición limitada o error de acuñación.
En este sentido, estas monedas cobran un importante valor simbólico dentro del mundo de la numismática. Es el caso de las monedas españolas que fueron acuñadas para destinarlas directamente a Filipinas, durante la época en que fue colonia española.
Son tres divisas que se acuñaron durante el reinado de Isabel II, entre 1861 y 1868, y cuyo material es de oro. La moneda de cuatro pesos de oro filipinos es la más cara en el mercado del coleccionismo. Es una moneda que pesa 6,75 gramos y que puede llegar a valer 10.000 euros.
Por su parte, las monedas de un peso de oro de Filipinas tienen un valor un poco menor. Son piezas acuñadas durante ese periodo de tiempo y que, en caso de tener conservación media, adquieren significado para los aficionados a la numismática. En el mercado, estos ejemplares pueden valer entre 1.500 y 4.000 euros.
Estas monedas de oro pueden valer hasta 10.000 euros.
La de dos pesos
A estas dos monedas, se suma la de dos pesos de oro de Filipinas. En este caso, al igual que sus “hermanas”, tienen un importante valor para los coleccionistas en caso de tener un buen estado de conservación. Su valor en el mercado puede ascender hasta los 4.000 euros.