Las monedas antiguas son buscadas y atesoradas por los que se dedican a la numismática. Por ellas, llegan a pagar precios de lo más elevados, priorizando su valor simbólico, histórico y estético.
Los coleccionistas se encuentran siempre en la búsqueda de nuevas monedas para presumir en sus muestrarios. Existen, por cierto, algunas por las que podrían llegar a pagar millones de euros. Tal es el caso del Centén de Felipe III.
Con circulación durante el siglo XVII, esta divisa, conformada por 100 escudos de oro, cuenta con un peso de 359 gramos y, de acuerdo con "El Cronista", se la puede encontrar en subasta a 2.000.000 de euros.
Otra de las monedas que cotiza, y mucho, es el 20 excelentes de los Reyes Católicos. Data del siglo XVI, fueron acuñadas en Segovia y en Sevilla, y los adoradores del coleccionismo, según la mencionada publicación, pueden llegar a abonar por las mismas la friolera suma de 600.000 euros.
Otros ejemplares que pierden a los coleccionistas
Las onzas de oro de Segovia, acuñadas durante el mandato de Felipe II, son monedas raras cuya función fue la de ser utilizadas en el comercio internacional de antaño. Por estas, se puede llegar a pagar hasta 300.00 euros. Su popularidad se debe a su belleza y cuidado diseño. Datan, en concreto, de 1611.
Sumado a esto, vale remarcar que las onzas de oro de Luis I tampoco son pasadas por alto por los aficionados a la numismática. Su rareza se debe a que se acuñaron escasos casos. Esto, debido al breve reinado del referido monarca. "La voz digital" consigna que, en subastas durante 2019, enseñaron un valor de mercado superior a los 200.000 euros.