Los sellos postales son objetos de colección altamente apreciados por los filatelistas. Uno de los más valiosos es el sello Goya de 1930, dedicado al pintor español Francisco de Goya y grabado por el artista alemán Wilhelm Wessel.
Los sellos postales que tienen el rostro de Goya en un óvalo tienen un valor histórico y artístico excepcional. Además, tiene un importante valor monetario, lo cual convierte esta pieza en una de las más valoradas.
Según la Federación Española de Sociedades Filatélicas, los sellos postales de Goya de 1930 es una de las joyas de la numismática española. Su rareza, belleza y relevancia lo hacen muy codiciado por los coleccionistas de todo el mundo. Se estima que solo se produjeron 250.000 ejemplares de este sello, lo que lo convierte en una pieza escasa en el mercado.
De acuerdo a la entidad de expertos en filatelia, el precio de un sello Goya de 1930 en buen estado puede oscilar entre los 500 y los 5.000 euros, dependiendo de su estado de conservación y de la demanda. En algunas subastas especializadas se han vendido ejemplares por cifras cercanas a los 10.000 euros.
El precio de un sello Goya de 1930 en buen estado puede oscilar entre los 500 y los 5.000 euros.
Una reliquia
Los sellos postales de Goya de 1930 son una muestra de la belleza de la filatelia española. Su valor histórico y artístico lo convierten en un objeto de interés para los coleccionistas, que están dispuestos a pagar altas sumas por tenerlo en su colección. Quienes poseen un sello Goya de 1930 pueden considerarse afortunados.