En el fascinante mundo de los coleccionistas, no solo los billetes y las monedas tienen su lugar destacado, sino que también existen aficionados apasionados por los sellos postales.
En esta ocasión, nos adentramos en el universo filatélico para descubrir la historia y el valor de uno de los sellos postales más codiciados: la Paloma de Basilea.
La emisión de estas piezas, según destaca el sitio “Show España”, tuvo lugar el 1 de julio de 1845, con la impresión a cargo de Benjamin Krebs en Frankfurt am Main. Desde sus primeros días, este sello se convirtió en objeto de interés para los coleccionistas.
El cantón de Basilea Ciudad, en Suiza, fue pionero en la emisión de sellos postales que capturaron la atención y el interés tanto de los profanos como de los expertos en la filatelia. La Paloma de Basilea, como se conoce comúnmente a este sello, se destaca por ser el primer sello del mundo impreso en tres colores y en relieve, características que lo hacen aún más especial e interesante para el coleccionismo.
La emisión de estos sellos postales tuvo lugar el 1 de julio de 1845.
Un diseño elegante
La belleza y el buen nivel de impresión de la Paloma de Basilea han cautivado a los aficionados a los sellos postales durante generaciones. Su diseño elegante y detallado, combinado con la innovadora técnica de impresión en tres colores, la convierten en una auténtica joya filatélica.