Dos billetes españoles que han llamado la atención del público y se han convertido en auténticas joyas numismáticas: el billete de 100 pesetas de 1925 y el billete de 500 pesetas de 1979.
Estos billetes excepcionales están catalogados como "muy raros" por los expertos, lo que ha hecho que su precio se eleve en el mercado numismático. A pesar que ambos son de diferentes años comparten algo en común.
Según medios especializados como "El Economista" y "Numismática Visual", los billetes de 100 pesetas de 1925 se ha llegado a vender por cantidades que superan los 10.000 euros, mientras que el billete de 500 pesetas de 1979 ha alcanzado precios cercanos a los 5.000 euros.
Los billetes de 100 pesetas de 1925 se ha llegado a vender por cantidades.
La razón de su alta demanda radica en su escasa circulación y su belleza artística. Ambos billetes destacan por su diseño impecable y el uso de técnicas de impresión difíciles de replicar, lo que les confiere un valor histórico y artístico incuestionable.
¡A tener en cuenta!
Además, su tirada limitada y su paso por múltiples manos hacen que encontrar ejemplares en buen estado sea todo un desafío para los coleccionistas más exigentes.