Aquellos que atesoran monedas con un increíble valor histórico y sentimental saben de la importancia de tener una de estas piezas en sus manos. Los coleccionistas ven en estos modelos algo más que dinero. Son obras maestras que reflejan la cultura de la sociedad y los momentos más importantes de la cultura a la que pertenecen. Hay una moneda canadiense que vale muchísimo dinero y cualquier experto que se precie sabe reconocer.
Hablamos de la moneda de un dólar de 1911. Según registra Javier Mercado en “coleccionistasdemonedas.com”, solo se conocen dos ejemplares de este dólar de plata canadiense y solo uno está en manos de un particular.
Proof Positive Coins LTD y Gatewest Coins LTD mostraron otro ejemplar el 15 de agosto en la Feria Mundial del Dinero de ANA en Chicago, dentro de la Colección George Hanks Cook.
En enero, durante una subasta anterior, se vendió una moneda de características muy parecidas por un valor aproximado de 1.066.000 dólares canadienses (718.000 euros aproximadamente).
Alcanzar una pieza de estas características es el sueño de grandes coleccionistas que, pese a tener grandes aspiraciones, no pueden permitirse tal proeza.
Las razones para atesorar monedas valiosas
Atesorar una moneda valiosa en nuestro poder es mucho más que una inversión. Puede encerrar una fuerte carga emocional, como la celebración de conmemoraciones, recuerdos, actuar como talismanes y mucho más.
Una colección de monedas puede pasar de ser un pasatiempo para convertirse en una pasión.
Una colección de monedas puede pasar de ser un pasatiempo para convertirse en una pasión que se ve con los sentimientos a flor de piel.