A pesar de haber cumplido su mayoría de edad, las pesetas, las antiguas monedas de España, se niegan a desaparecer por completo. Aunque dejaron de circular el 31 de diciembre de 2001, el Banco de España ha advertido durante años que perderían su valor y dejaría de cambiarlas. El verano pasado marcó el último día para realizar el cambio, lo que generó filas a las puertas de la institución.
Un pequeño porcentaje, aproximadamente un 3,2 por ciento, de las monedas de pesetas que seguían en circulación desde 2001 no fueron canjeadas, lo que equivale a 1.575 millones de euros según los valores oficiales de cambio. Ahora, la única forma de convertir pesetas en euros es a través de subastas y coleccionistas, lo que ha atraído el interés de los aficionados a la numismática.
Aunque no todas las monedas de pesetas tienen valor en las subastas, algunos ejemplares bien conservados se han convertido en objeto de interés para los coleccionistas.
Hace poco tiempo, un billete de 100 pesetas en excelente estado se vendió por 750 euros. Cabe mencionar que no se trataba de un billete común, sino de un ejemplar raro con una calidad excepcional, firmado el 15 de julio de 1907.
Las pesetas son cada vez más curiosas.
Sin embargo, llegará el día en que las últimas monedas de pesetas, las que estuvieron en circulación hasta 2001, se conviertan en verdaderas fortunas para los coleccionistas, todavía no es el caso.
El presente
Actualmente, se encuentra una subasta en línea por un billete de 50 pesetas que ha iniciado con un precio asombroso: nada menos que 2.250 euros. Este billete, datado en el año 1902, posee más de un siglo de historia, lo que lo convierte en un objeto de gran valor para los entusiastas de la numismática.