Un sello postal es un tesoro de la corona para la filatelia. Determinadas piezas pueden alcanzar precios asombrosos. ¿Las razones? ¡Hay varias! Pueden ser especies increíblemente extrañas, difíciles de encontrar o muy demandadas. Los coleccionistas buscan de manera constante modelos que puedan sumar valor a sus recopilaciones. Suecia tiene algunos ejemplares que dejan sin palabras a los más entendidos, en especial el sello Banco Imperforado de 1855 de 6 Skilling. Se considera una rareza dentro del mundillo filatélico.
Según registra “findyourstampsvalue.com”, solo existen cuatro copias de este sello postal con un ‘canc’ completo “CARLSHAMN 6.7 1856”. Uno de sus ejemplares más bonitos fue vendido por Postiljonen AB en marzo de 2011 a 35.242 dólares (31.671 euros).
Esta especie tenía muy buenos márgenes a su alrededor, lo que garantiza el imperforado de forma original. Dicha pieza no se documentó hasta enero de 1949, cuando Nils Standell escribió sobre ella en Frimarksnytt No. 1.
Solo existen cuatro copias de este sello postal con un ‘canc’ completo.
Un sello postal puede marcarte la vida
Si bien algunos podrían pensar todavía que un sello postal no tiene importancia, en el futuro sí podría tenerla y mucho. Cabe destacar que los dibujos que llevan las estampillas casi siempre tienen que ver con personas emblemáticas para el país o efemérides de acontecimientos históricos que cambiaron el rumbo de la sociedad.
Tener en tus manos un sello postal antiguo inmediatamente se convierte en un pedazo de historia que podría llenar de sentimiento a alguien. Bajo este contexto y los precios desorbitantes que maneja la filatelia en determinadas piezas, cada vez son más los aficionados que opta por unirse al coleccionismo filatélico.