Según reportes de reconocidos medios periodísticos como “ABC”, las tres monedas más pequeñas de España se han convertido en verdaderos tesoros, alcanzando cotizaciones fuera de lo común en el mercado de coleccionistas.
En primer lugar, destacamos las monedas conocidas como "El Cuartosito Ibérico". Esta diminuta moneda, con un diámetro de apenas 13 mm, actualmente puede alcanzar un valor de hasta 10.000 euros en el mercado de subastas. Emitida en el siglo IV a.C, el pequeño tamaño de estas monedas y las limitadas cantidades en circulación han hecho de esta pieza una rareza altamente valorada.
En segundo lugar, encontramos las monedas "Maravediñita de Alfonso XI". Esta moneda, acuñada entre los años 1313 y 1350, cuenta con un diámetro de tan solo 14 mm. Sin embargo, su importancia histórica y su escasez en el mercado han llevado a su cotización a cifras asombrosas. Actualmente, esta pequeña joya puede alcanzar precios cercanos a los 15.000 euros en las casas de subastas.
Nuestra tercera protagonista son las monedas "Gran Real de Felipe II". Estas monedas datadan del siglo XVI posee un diámetro de sólo 15 mm, pero su valor histórico y su rareza han hecho que los coleccionistas estén dispuestos a desembolsar sumas exorbitantes para hacerse con ella. Según informes, su cotización ha alcanzado los 20.000 euros, consolidándose como una verdadera fortuna en el mundo de la numismática.
Su cotización ha alcanzado los 20.000 euros.
¿Qué las hace valiosas?
Las escasas emisiones de estas monedas y su tamaño minúsculo se han convertido en las principales razones por las que estas pequeñas monedas alcanzan cifras extraordinarias en el mercado. Además, su antigüedad y el hecho de que se hayan convertido en objetos de colosal deseo para los coleccionistas son factores fundamentales a tener en cuenta.