El coleccionismo de sellos postales ha experimentado una fascinante evolución en el tiempo, y hoy en día, despierta un creciente interés en muchos entusiastas, quienes han reconocido el potencial lucrativo que encierran estas pequeñas piezas que a menudo languidecen en cajones olvidados en los hogares.
No todos los sellos postales poseen un valor significativo en sí mismos, sino que su cotización se ve afectada por diversos factores. Uno de los principales es su relevancia histórica, así como la presencia de defectos o rarezas que los hagan destacar. Además, el hecho de pertenecer a una edición limitada aumenta su interés para los coleccionistas.
En los últimos tiempos, el fervor por los sellos postales ha alcanzado niveles impresionantes. Por ello, te revelamos algunas de las estampillas que podrían convertirse en un tesoro inesperado.
Entre los sellos más valiosos se encuentra el "Cisne invertido", emitido en Perth, Australia, en 1855. Lo que lo hace extraordinario es un error en la impresión que da la ilusión de que el cisne está invertido, aunque en realidad es el borde. Los coleccionistas han llegado a desembolsar alrededor de 40.000 euros por una de estas raras piezas.
Estas son piezas invaluables.
Otro de los más codiciados es el "Mercurio rojo", empleado para el envío de periódicos. Estos presentan la imagen de un dios romano variando según el diario al que pertenecían. Debido a su escasa tirada, solo unos pocos ejemplares se conservan en circulación, lo que ha elevado su valor estimado a unos impresionantes 37.000 euros.
El verdadero valor
El arte de coleccionar sellos postales es, sin duda, una pasión que combina la búsqueda de tesoros históricos con la emoción de descubrir piezas únicas y valiosas.