En un escenario lleno de tradición y emotivas reuniones familiares, la reina Sofía ha llegado a Marivent, Palma de Mallorca, para pasar su ya tradicional verano en la isla balear. Acompañada de su hermana, Irene de Grecia, la emérita tiene previsto permanecer en la región hasta finales de septiembre, si las condiciones climáticas lo permiten. Sin embargo, este año, el encuentro con sus nietos no será como querría.
Desde que la Casa Real se vio envuelta en el caso Nóos, los reyes Felipe y Letizia han decidido evitar cualquier situación que pudiera afectar al prestigio de la corona. Por esta razón, han optado por no coincidir públicamente con ningún integrante de la familia real implicado en el caso, incluyendo a la reina Sofía y sus hermanas.
Aunque los esfuerzos de Felipe y Letizia buscan proteger la imagen de la monarquía, esto ha llevado a que la reina emérita no pueda aprovechar este verano del anhelado reencuentro con todos sus nietos. El tiempo pasa para todos, y la reina Sofía es consciente de que sus veranos en la isla balear se vuelven más limitados conforme avanza en edad. Con un sentimiento de nostalgia, aspira a tener a sus nietos reunidos este año, pero las circunstancias lo hacen imposible, al menos en público.
Sin embargo, tras bambalinas, se espera que sus hijas y nietas compartan algunos momentos privados con la emérita, preservando así la privacidad de la familia. La distancia entre los descendientes de la reina se ha hecho evidente, y Victoria Federica, en una entrevista reciente, reveló que mantiene un vínculo escaso o inexistente con sus primas Leonor y Sofía.
Los conflictos se mantienen en privado.
Este distanciamiento no parece depender de la edad, sino de situaciones pasadas y dinámicas familiares. Entre aquellos que muestran mayor rencor, destacan Froilán, Victoria y Juan Urdangarin.
¿Por qué?
Ellos sienten que han sido duramente juzgados por su comportamiento adolescente, atribuyendo esas críticas a su apellido Borbón y al revuelo causado por el caso Nóos que afectó a su tío, Iñaki Urdangarin. A pesar de las dificultades, la reina Sofía y su familia buscan mantener la armonía y la discreción durante su estancia en Marivent.