En el mundo del dinero y las transacciones comerciales, existen billetes de diversas denominaciones, pero uno de los más extraños y fascinantes es el billete de 100.000 dólares americanos. Aunque es una pieza de la historia financiera de Estados Unidos, su circulación y uso son prácticamente inexistentes en la actualidad.
El billete de 100.000 dólares fue emitido en 1934, en respuesta a la crisis económica, como una medida para facilitar las transferencias bancarias entre las reservas del Gobierno y los bancos comerciales. Sin embargo, nunca estuvo destinado a la circulación pública y solo se utilizaba para transacciones internas entre las entidades bancarias.
La particularidad de este billete radica en su denominación: 100.000 dólares. Aunque pueda parecer asombroso, no fue concebido para el uso cotidiano de las personas. Es importante destacar que nunca se imprimieron para el público en general, por lo que es difícil de adquirir para los coleccionistas.
Además, el diseño del billete también presenta peculiaridades. En su anverso, se encuentra una imagen del presidente Woodrow Wilson, mientras que en su reverso se representa una imagen alegórica que simboliza la Unión de Estados.
También, un detalle importante es que el billete mide aproximadamente dos veces más que uno de 100 dólares estándar.
Una historia grande detrás.
El gran valor
Con el paso del tiempo, el de 100.000 dólares se ha convertido en una pieza de colección muy valorada. Los pocos ejemplares existentes en la actualidad se encuentran principalmente en manos de coleccionistas numismáticos y museos.