El agua fría tiene increíbles beneficios para el rostro. Utilizarla en verano es prácticamente un regalo, pero cuando nos toca usarla en invierno, la cosa cambia. Todavía quedan algunos meses para eso y, para concienciarte, te dejamos algunos de las ventajas que tiene utilizar agua a bajas temperaturas en la piel. Después de saberlas todas, ese frío que sientes en el rostro te parecerá un elixir de vida. Es importante dejar claro que esta práctica no sustituye ningún tratamiento específico para la piel, pero sí puede ser un estupendo complemento para que funcione correctamente.
Utilizar agua fría en el rostro mejora la circulación. Según registra “Harper’s Bazaar”, “hace que se cree una vasoconstricción que protege al cuerpo de la pérdida de calor”.
Tu piel se verá más firme y elástica.
Más tarde, esos vasos se dilatarán y harán que haya una mejor circulación. Resultado: purificación de la piel y más oxígeno. A nivel estético, tu piel se verá más firme y elástica.
Valerse de agua fría en el rostro mejora el colágeno y la elastina. Como promueve la circulación sanguínea, activa la producción de elastina y colágeno.
Este último es una de las proteínas más abundantes en el cuerpo que se va perdiendo a medida que cumplimos años, haciendo que la firmeza y la elasticidad de la piel se vaya.
Beneficios de poner el rostro en agua fría
Entre los beneficios de lavarse la cara con agua fría está que el resultado es una piel suave, firme y tonificada. La dermis se regenera para verse hidratada y perfecta. El frío tiene un efecto tenso que contribuye a tener a raya la flacidez.
El agua fría actúa como antiinflamatorio. Logra que la dermis no se enrojezca, inflame o congestione. Logra desinflamar la zona de las ojeras. Conseguirás resultados más notables si utilizas herramientas masajeadoras frías. Con semejantes beneficios, ¿quién podría negarse a esta práctica?