Todos necesitamos instantes para desconectar y reconducir nuestros pensamientos. La armonía y la paz son lujos que muchos no se pueden permitir, pero, al mismo tiempo, están al alcance de todos. El yoga permite que unifiquemos nuestro cuerpo y nuestra mente. Inhalar y exhalar puede parecer fácil, pero requiere de concentración y estar presente en el espacio, algo que no se consigue con demasiada frecuencia. Además de la paz mental que aporta esta práctica, también brinda flexibilidad, fuerza y equilibrio en el cuerpo.
“Cuerpomente.com” recoge algunas posturas que podemos hacer al practicar yoga para equilibrarnos en todos los sentidos. Hoy nos enfocaremos en una de ellas. Podrás mejorar el equilibrio físico y aumentar la presencia en el espacio en que te encuentras.
Fuente: (YouTube/ Yogahora).
Te encontrarás a ti mismo
La postura (de yoga) del árbol consiste en lo siguiente. 1. Centrar la mirada en un punto fijo para mantener el equilibrio ahí. 2. Llevar el peso del cuerpo hacia la pierna derecha y activarla. Ponemos las cuatro esquinas de la planta del pie ahí y mantenemos las caderas en paralelo.
3. Giramos la rodilla izquierda hacia la parte exterior y subimos el pie izquierdo hasta la parte trasera del cuerpo. Presionamos. 4. Juntamos las manos justo delante del corazón, presionamos palma con palma y activamos los brazos.
Inhalamos y exhalamos cinco veces.
5. Alargamos la columna hasta el cuello y dejamos que los hombros se relajen. 6. Inhalamos y exhalamos cinco veces mientras bajamos el pie hasta el suelo. 7. Volvemos a hacer lo mismo con la otra pierna.
Haciendo estos sencillos movimientos, enseguida te darás cuenta de que el yoga requiere concentración y flexibilidad. Aunque al principio sientas molestias en el cuerpo, lo importante es ser constante para ver los resultados con el tiempo.