La piel tirante después del lavado es más común de lo que piensas. El cuidado facial es sumamente importante, sin importar si tienes una dermis seca, grasa o sensible. La limpieza es el primer paso en cualquier rutina. Aunque parece algo sencillo, puede no serlo tanto. Hay algunos errores que pueden tener consecuencias en el rostro. Por ejemplo, sentir que la dermis está tirante. Esto puede significar que se está deteriorando la barrera natural de la piel y podríamos terminar con problemas como líneas de expresión marcadas, deshidratación, acné o descamación.
“Harper’s Bazaar” elaboró una lista de consejos para remediar la piel tirante. El primero de ellos es elegir un limpiador que sea adecuado para tu tipo de piel. Saber qué ingredientes contienen los limpiadores faciales que utilizamos es primordial para tener una dermis sana. Los mejores son los que están hechos con ingredientes suaves, pero estimulantes. Ejemplos de ellos son las ceramidas, el ácido hialurónico, manzanilla o lavanda y vitamina E.
Después de localizar el producto adecuado para lavarte el rostro, el segundo consejo para que no te quede la piel tirante es lavarte la cara a la temperatura correcta. No debe ser ni muy alta ni muy baja.
Los expertos advierten que la temperatura ideal para lavar el rostro es 37 grados. A esta temperatura conseguimos sacar los restos de suciedad y no perjudicar la piel o llevarla a un envejecimiento prematuro.
La precisión es la clave del éxito
Tercer consejo: atenta al proceso a seguir. Las manos deben estar limpias antes de ponerlas en el rostro. Mojaremos la cara y aplicaremos el limpiador que hemos escogido. Primero debe pasar por las manos, nunca en la piel del rostro directamente. Masajeamos la piel por 30 segundos y terminamos secando con unas palmaditas, nunca frotando.
El último consejo para evitar la piel tirante es repetir este proceso dos veces al día.
El último consejo para evitar la piel tirante es repetir este proceso dos veces al día. Deberíamos lavarnos el rostro en cuanto nos levantamos para continuar con la rutina habitual (tónico, esencia, hidratantes, protección solar).
Lavar la cara por la noche es muy importante para terminar con los restos de maquillaje y polución. No te excedas y te laves el rostro más veces porque esto puede terminar perjudicando la piel.