Fernando Alonso es una máquina de entrenar y de pensar en estrategias para mejorar a Aston Martin de cara a las próximas carreras. Pero también tiene sus manías para intentar atraer las buenas energías y la suerte en días importantes.
El asturiano jamás ha escondido que es uno de los pilotos más supersticiosos de la F1. Fernando Alonso nunca tuvo inconvenientes en admitir cuáles eran las cábalas que lo acompañan antes de cada GP en su trayectoria.
"Sigo teniendo algunas supersticiones. Aunque ahora menos. Antes, podías hacer diferentes cosas con la ropa interior ignífuga que llevamos debajo del mono. Solíamos cortar las mangas, también los pantalones. Ahora ya no podemos hacer eso, obviamente por regulaciones", comentó en un vídeo difundido por Aston Martin.
"Sigo tratando de evitar a ciertas personas que creo que me traerán mala suerte. Siempre evito a las mismas personas, porque siguen aquí 20 años después. Así que ya sabes: tengo que tener mucho cuidado. Los domingos por la mañana son muy estresantes para mí", asegura Fernando Alonso.
"Sigo tratando de evitar a ciertas personas que creo que me traerán mala suerte".
"Incluso cuando veo a gente en la parrilla y alguien quiere estrecharme la mano, trato de evitarlo. Si le doy la mano a alguien, trato de buscar a mi fisioterapeuta o lo que sea para que limpie esa mano de esa mala suerte y ese tipo de cosas", señala entre risas, pero hablando absolutamente en serio.
Más allá del circuito
Fernando Alonso repite sus pasos al año siguiente si le va bien durante el fin de semana del GP. Repite hotel e incluso habitación. Como ejemplo está el caso de Baréin, el Ritz Carlton lo alojó por cuarta vez este año, las otras veces habían sido en 2005, 2006 y 2010, donde el piloto obtuvo buenos resultados. Al no obtener un podio este año, seguramente cambiará para el 2024.