Mallorca, la pintoresca isla balear, ha sido el destino veraniego de los Reyes de España durante décadas. Sin embargo, para la reina Letizia, forjar amistades en este idílico rincón no ha sido una tarea sencilla. Aunque lleva dos décadas veraneando en la isla, Letizia no ha conseguido construir un círculo cercano de amigos, a diferencia de su esposo, el rey Felipe VI, quien ha cultivado una leal camaradería a lo largo de los años.
Entre las escasas amistades que la reina ha cultivado en Mallorca destaca la de Jaime Anglada, reconocido músico y gran amigo del rey Felipe VI. Compartiendo su pasión por la vela, Anglada formó parte de la tripulación del Aifos y ha deleitado a los monarcas con su música en diversos conciertos. Asimismo, la conexión de la reina Letizia con Pilar Aguiló, esposa de Anglada y farmacéutica de profesión, es íntima, y sus encuentros en Mallorca son frecuentes, incluso en compañía de sus hijos, sugiriendo un buen lazo entre los jóvenes herederos y los amigos de sus padres.
Otra amistad destacada es la de los hermanos Jaime y Juan Carlos Rodríguez Toubes, quienes introdujeron al rey Felipe en el mundo de la vela, forjando así una gran unión que se mantiene intacta a lo largo de los años.
También, el regatista Ricardo Álvarez Maldonado se suma a este grupo exclusivo de amigos de los reyes, compartiendo su pasión por el mar y la navegación en el puerto de Palma.
Pocas amistades en la isla.
Aunque las amistades en Mallorca de la reina Letizia pueden ser limitadas, su atención está centrada en un periodo de despedidas y nuevos comienzos. Con el verano llega el momento en que sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, emprendan caminos separados para continuar su formación educativa lejos de Madrid.
Un lazo inestable
La estancia veraniega en Mallorca ha sido una tradición real que, en el pasado, provocó un sentimiento de rechazo en la reina Letizia hacia la isla. Sin embargo, con el paso de los años, esta percepción ha ido cambiando, y hoy en día se muestra más relajada durante sus visitas.