En un giro inesperado, la casa de subastas Guernsey's de Nueva York se vio obligada a cancelar la esperada subasta millonaria de las joyas que pertenecieron a la icónica princesa Diana de Gales. El conjunto Swan Lake, compuesto por un collar y unos pendientes de diamantes y perlas, valuados en impresionantes 13 millones de euros, estaba destinado a ser el centro de atención del evento. Sin embargo, la subasta fue suspendida debido a que fueron adquiridas a través de una venta privada.
Estas exquisitas piezas de joyería formaron parte del legado de la princesa Diana y fueron utilizadas por ella durante una función del célebre ballet "El Lago de los Cisnes". El collar y los pendientes, reconocidos por su deslumbrante diseño y su valor estimado de hasta 15 millones de dólares, despertaron gran expectación entre los coleccionistas y aficionados a las joyas.
La directora de la casa de subastas, Susan Jaffe, confirmó que las joyas fueron vendidas en un acuerdo privado, pero no proporcionó detalles sobre el precio de venta ni expresó la identidad del comprador. Además, se desconoce en qué momento exacto tuvo lugar la transacción. Este repentino cambio de rumbo ha dejado a los aficionados y seguidores de Lady Di ansiosos por conocer más detalles sobre el destino de estas valiosas piezas.
La subasta de las joyas de Lady Di generó una gran expectativa en el mundo de los coleccionistas y seguidores de la princesa, ya que representaban una oportunidad única de poseer un tesoro vinculado a su emblemática persona. Sin embargo, la venta privada ha frustrado las esperanzas de aquellos que esperaban participar en la subasta pública y adquirir estas históricas piezas.
Una noticia que complica el futuro de las perlas.
Este episodio deja de relieve la exclusividad y el atractivo que rodean a las pertenecientes a integrantes de la realeza y a figuras icónicas. La subasta cancelada de Lady Di destaca la continua fascinación y admiración que el público siente por la princesa, incluso décadas después de su pérdida.
El futuro de la subasta
A pesar de la cancelación de la subasta, el misterio en torno al comprador y el destino final de las valiosas piezas persiste. ¿Serán exhibidas en algún museo o colección privada?