La moneda de un euro con el grabado del árbol de la vida diseñado por el reconocido artista francés Joaquin Jimenez (1956) es un tesoro numismático que evoca una frase emblemática: "Liberté, égalité, fraternité" (Libertad, igualdad, fraternidad). Esta expresión, tan poderosa y significativa, fue pronunciada por primera vez por Maximilien Robespierre, una destacada figura de la Revolución francesa, en la Asamblea Nacional de 1790.
Además de ser una herramienta de intercambio económico en el día a día, es un objeto que encapsula la historia y los valores de una nación. Guardado en el Museo Multidisciplinario La Salle en Perú, hay una pieza con el anverso particular en la que encontramos el impresionante diseño del árbol de la vida, creado por el renombrado artista francés Joaquin Jimenez. Pero lo que realmente hace de esta moneda algo especial es la inscripción que la acompaña: "Liberté, égalité, fraternité", una frase que simboliza la lucha y los ideales de la Revolución francesa.
Esta poderosa frase fue pronunciada por primera vez por Maximilien Robespierre, un líder político influyente durante la Revolución francesa. Durante la Asamblea Nacional de 1790, Robespierre destacó la importancia de estos principios fundamentales para la construcción de una sociedad justa y equitativa. La frase encapsula la aspiración de una sociedad basada en la libertad individual, la igualdad de derechos y oportunidades para todos y la fraternidad y solidaridad entre los ciudadanos.
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Desde aquel momento histórico, "Liberté, égalité, fraternité" se ha convertido en el lema de la República Francesa, un recordatorio constante de los valores fundamentales sobre los que se construyó el país. La moneda aquí adquiere aún más valor.
"Liberté, égalité, fraternité".
Su inclusión en la de un euro refuerza aún más su significado, ya que cada vez que alguien realiza una transacción con esta, se le recuerda la importancia de estos principios en la sociedad contemporánea.
Un valor adicional
Aunque el valor inicial es de un euro, esta pieza de colección puede valer miles y es un testimonio tangible de una frase histórica que ha perdurado a lo largo de los siglos. Esta moneda no solo es un objeto de colección numismática, sino también un símbolo de los ideales revolucionarios que dieron forma a la República Francesa.