Desde el nacimiento de su hijo Hugo en junio de 2022, Jesulín de Ubrique y María José Campanario decidieron alejarse del plano mediático, en especial la odontóloga. Antes era común verlos inmersos en polémicas, pero hace tiempo que no se escucha nada sobre ellos. La pareja unió su vida en santo matrimonio el 27 de julio de 2002 en una boda multitudinaria en la capilla de San Francisco de Paula (Sevilla). Después de dos décadas de amor, su vínculo sigue más fuerte que nunca, aunque tomaron la importante decisión de dejar atrás las polémicas.
Jesulín de Ubrique y María José Campanario quieren tranquilidad para Hugo y también para ellos mismos. Analizando lo que ha sido su vida desde que comenzaron su historia de amor, una de las razones por las que podrían haber dejado de lado el foco mediático es la presión social. Saber que todo el país está pendiente de tus movimientos no debe ser una situación fácil de asimilar.
“Mejorconsalud.as.com” recoge que es normal ceder ante la presión social en algunas ocasiones. Sin embargo, es importante saber por qué sucede esto.
Te podría interesar
“Muchos llegan a sentirse rechazados".
“Muchos llegan a sentirse rechazados al ver que otros están cumpliendo con lo establecido”, registra. Advierte que la primera causa de la presión social es el miedo.
Después hay otras como la inseguridad personal, autoestima baja o conflictos con la personalidad. En el caso del famoso Jesulín de Ubrique y María José Campanario se sumaría el componente mediático, que es que esa presión es multiplicada por su nivel de exposición.
¿Se puede enfrentar la presión social?
Jesulín de Ubrique y María José Campanario decidieron contrarrestar su exposición con una forma de vida más discreta, evitando todo lo que pueda perjudicar o sacar de su zona de ‘confort’ de los miembros de su familia.
El medio ya nombrado recoge una serie de consejos para las personas que sienten presión en su entorno, más allá de si son figuras públicas o no: definir tus principios, ser selectivo/a en las amistades, fortalecer la autoestima, marcar distancia y no tener miedo a la soledad.