Desde los patios de recreo hasta los desvanes empolvados, estos pequeños tesoros han sido un vínculo entre generaciones. Aunque este cromo de fútbol, en especial los de la liga española, han sido los más conocidos, otros como los de Pokémon y diversas series de anime también han acaparado corazones durante años.
Ahora bien, ¿te has planteado que esta clase de cromo que resguardas desde la infancia podría haber evolucionado en un tesoro valorado en miles de euros? Esta perspectiva tiene más fundamento del que parece. Especialmente si entre tus pertenencias atesoras ejemplares raros o codiciados por los coleccionistas más acérrimos, podrías estar sujetando una auténtica fortuna.
Dentro de este panorama cautivador, reluce con asombro el de Honus Wagner 1909 11 T206. Esta joya ha cincelado un sitial de honor en el olimpo del coleccionismo. Honus Wagner, un ícono de la era de la Liga Nacional de béisbol, dejó su impronta como jugador de los Pittsburgh Pirates, siendo aclamado como uno de los mejores paradores en corto en la historia del deporte.
El cromo T206 de Honus Wagner vio la luz entre 1909 y 1911 por cortesía de la American Tobacco Company, como parte de una serie de cartas coleccionables que reverberaría en la historia.
La singularidad del cromo de Honus Wagner radica en su extraordinaria rareza. La leyenda cuenta que Wagner prefería desvincularse de la promoción de productos de tabaco, lo que habría impulsado la retirada acelerada de su carta, intensificando su carácter exclusivo.
Una pieza invaluable para coleccionistas.
La exclusividad
Apenas se estima que entre 50 y 200 ejemplares vieron la luz antes de ser retirados. Apodado el "Santo Grial del coleccionismo de béisbol", uno de estos cromos, en un estado sobresaliente, cambió de dueño en 2016 por una cifra que superó los tres millones de dólares, marcando un hito que lo posiciona entre las cartas de béisbol más preciadas vendidas en la historia.