Han transcurrido más de dos décadas desde que la peseta dejó de tener valor en 1998 y la transición al euro se consumó plenamente en 2002. No obstante, la totalidad de las monedas y billetes de pesetas no regresaron a las arcas bancarias. Esto plantea la posibilidad de que algunos de estos elementos, ahora en manos de personas, posean un valioso potencial económico e histórico.
La relevancia de algunos billetes y monedas antiguas trasciende lo meramente financiero. En ciertos casos, son testimonios tangibles de momentos históricos específicos o de emisiones limitadas y singulares. Los ciudadanos que aún alberga alguna peseta en sus billeteras pueden ser inconscientes guardianes de un tesoro que podría alcanzar la asombrosa suma de 100.000 euros.
El Banco de España confirma que, al momento de la transición, no todos canjearon sus pesetas por euros. Un estimado de pesetas quedaron en posesión de turistas que las atesoraron como recuerdos o de aquellos que, por añoranza, optaron por guardar alguna moneda o billete.
En el universo de la peseta de valor, surge otro ejemplar relevante: la moneda de 1897 con la inscripción "Alfonso XIII por la Gracia de Dios 1897".
"Alfonso XIII por la Gracia de Dios 1897".
Tan solo 810 piezas de esta moneda fueron acuñadas, lo que eleva su cotización en subastas hasta los 3.000 euros. En eventos recientes, dos ejemplares se vendieron por 1.300 y 1.600 euros respectivamente.
Una pieza única
Luego de esta peseta, algunas monedas de 100 de la era franquista o con la efigie del rey Juan Carlos pueden alcanzar un valor entre 100 y 300 euros, especialmente si están fabricadas en plata.