La fascinante historia colonial de Filipinas está plasmada en tres monedas acuñadas durante la época en que era una colonia española. Estas monedas, según expertos y páginas especializadas, tienen el potencial de alcanzar cifras sorprendentes en el mercado de coleccionistas.
Las tres monedas más destacadas comparten un denominador común: todas llevan el rostro de la reina Isabel II grabado, lo que les otorga un valor histórico y estético que atrae a coleccionistas y amantes de la historia por igual.
La primera de ellas es el peso filipino, una pieza que actualmente tiene un valor que oscila entre los 1.600 y los 4.000 euros en el mercado coleccionista. Curiosamente, esta cotización se replica de manera casi idéntica en el caso de los ejemplares de dos pesos.
Sin embargo, el valor se eleva de manera impresionante cuando se trata de las monedas de cuatro pesos. En ciertas circunstancias y condiciones, esta joya numismática puede superar los asombrosos 10.000 euros, lo que la convierte en un auténtico tesoro en el mundo del coleccionismo.
Los coleccionistas están dispuestos a pagar un dineral por estos ejemplares.
Significado histórico
Estas monedas no solo representan un símbolo tangible de la época colonial de Filipinas, sino que también son un testimonio de la influencia y el legado de la reina Isabel II en esta parte del mundo. La demanda por estas monedas en el mercado es un reflejo de su importancia histórica.