Una táctica sorprendente para evitar la hipertensión: los ejercicios isométricos se revelan como el camino óptimo. Al pensar en hacer ejercicio para prevenir la hipertensión, la mente normalmente se dirige hacia correr o levantar pesas.
Sin embargo, un enfoque diferente ha emergido: la práctica de ejercicios isométricos, aquellos que involucran mantener una posición estática, como las planchas o las sentadillas apoyadas en la pared, se ha revelado como la estrategia más eficaz para reducir la presión arterial.
Estos ejercicios, llamados isométricos, implican la contracción sostenida de un músculo o grupo muscular específico, sin variar su longitud durante la actividad. No obstante, la disminución de la presión arterial no es el único beneficio de este tipo de entrenamiento.
Los beneficios pueden ser tres: fortalecimiento cardiovascular, basándonos en el análisis de 270 ensayos controlados aleatorizados, que abarcaron a más de 15.000 participantes.
Las ventajas son innumerables.
También, la protección articular es una de las ventajas, ya que los ligamentos deben tener un cuidado grande.
Más beneficios
Por último, el beneficio de estos ejercicios tiene que ver con la asimetría muscular, donde un lado del cuerpo es más fuerte que el otro y esto ayudará a equilibrar todo.