El melón y la sandía indudablemente satisfacen el paladar de los comensales al culminar una comida sublime, no obstante, hay otra fruta que no debe pasarse por alto debido a sus propiedades nutricionales y sus invaluables beneficios para el organismo durante esta temporada estival: el plátano.
En los pasillos del supermercado, se exhibe el plátano que va desde los ejemplares más inmaduros hasta los de tonalidad oscura. La razón radica en que, tal como apuntó el nutricionista Pablo Ojeda en una emisión reciente de "Más Vale Tarde" en La Sexta, "las características nutricionales varían en función de su grado de maduración", lo que los convierte en opciones más adecuadas para distintos individuos, dependiendo de su salud o posibles complicaciones digestivas.
"Un plátano de tonalidad verde indica que aún no ha alcanzado su madurez completa, lo que implica una menor presencia de almidón", destacó el especialista, enfatizando que, en esta fase, su consumo resulta más conveniente para personas con afecciones estomacales y aquellos que experimentan frecuentes evacuaciones, debido a su mayor contenido de fibra.
Además, el clásico plátano muy maduro, que se tiñe de color oscuro, según sus palabras, "no se encuentra en mal estado", sino que se convierte en el ingrediente perfecto para elaborar un postre veraniego. El proceso es simple: basta con colocarlo en un recipiente, aplastarlo y espolvorear un toque de cacao por encima, obteniendo así un plato rápido, dulce, rico en nutrientes y fibra.
"No significa que se encuentra en mal estado".
En vinculación a la conservación de ciertos alimentos, Pablo Ojeda brindó sugerencias valiosas. Si bien para la fruta, según su opinión, una técnica efectiva consiste en "envolverlo en papel de aluminio" y resguardarlo en el refrigerador, en el caso del aguacate, una vez cortado, el que posea el hueso debe reposar en la nevera, ya que ha tenido un menor contacto con la superficie.
Más detalles
Un truco adicional para mantener el aguacate fresco involucra colocarlo con la parte ya abierta hacia abajo, sumergiéndolo en un bol de agua antes de refrigerarlo.