Las monedas son un medio para adquirir bienes y servicios desde que el dinero comenzó a existir. Antes de que se emitieran billetes, estas piezas eran las únicas que se utilizaban. Eran de oro, plata y otros metales preciosos. Según registra “Okdiario”, el hecho de que estuvieran hecha de estos materiales hizo que algunas personas se dedicaran a extraer algunas partes de ellas. Es por eso que se decidió hacer pequeñas muescas y tuvieran un borde.
En Estados Unidos, a día de hoy, las monedas de 10 centavos, 25 centavos y medio dólar tienen bordes con muescas, mientras que centavos y 5 centavos no. El motivo es que La Casa de la Moneda de Estados Unidos puso esas muescas en los bordes de las piezas de oro y plata.
Antes de que los ejemplares tuvieran bordes, rasurarlos era una práctica común. En un momento de la historia, esto llegó a ser tan grave que los comerciantes no aceptaban esta forma de pago sin pesar antes las piezas para cerciorarse de su valor real.
Hacer bordes con pequeñas muescas en las monedas hizo que este problema desapareciera. Cualquier intento de rasurar una moneda era fácil de detectar.
Una de sus primeras medidas fue marcar las monedas para evitar que alguien pudiera limarlas.
Antes de la Casa de la Moneda de EEUU, los ingleses ya intentaron hacer esto en 1696, de la mano de Isaac Newton. Fue nombrado director de la Casa de la Moneda Inglesa y ejerció este cargo por 30 años. Una de sus primeras medidas fue marcar las monedas para evitar que alguien pudiera limarlas.
Los euros parecen no tener marcas, pero sí las tienen
Las monedas de euro no parecen tener marcas en los bordes, pero sí las tienen. Cuando el Banco Central Europeo creó el euro, llegó a un acuerdo con la Unión Europea de Ciegos para que, con el diseño de monedas y billetes, se pudiera facilitar la posibilidad de que los invidentes pudieran diferenciarlos. Las de dos euros tienen pequeñas muescas en el canto, las de un euro muescas finas con tres secciones lisas y un largo etcétera.