La historia financiera de España está salpicada de tesoros en papel que no solo representan un valor monetario, sino también un valor histórico y cultural. Entre estos destaca el billete de 5.000 pesetas, que hizo su entrada en la circulación el 23 de octubre de 1979, llevando consigo el rostro del rey Juan Carlos.
Este billete, que una vez fue un medio de intercambio cotidiano, se ha transformado en un codiciado objeto de colección. De acuerdo al prestigioso sitio web "El Economista.es", los coleccionistas están dispuestos a pagar sumas impresionantes por estos billetes.
En una subasta realizada en eBay, se llegó a pagar la increíble cifra de 13.000 euros por 236 billetes de 5.000 pesetas. Esto equivale a un precio de 55 euros por cada billete, un testimonio del fervor que rodea a estos objetos históricos de la numismática.
Pero estos ejemplares no son los únicos que despiertan el interés de los coleccionistas. Una edición especial de 5.000 pesetas, acuñada el 12 de octubre de 1992, presenta el rostro de Cristóbal Colón en honor a la efeméride del descubrimiento de América. Estos billetes, adornados con los rostros de los Reyes Católicos y la representación de dos de las carabelas que partieron en aquella histórica travesía, pueden alcanzar un valor impresionante de 3.500 euros.
Son los ejemplares más valorados por los coleccionistas.
Otra opción menos valiosa
En la paleta de tesoros monetarios, también resaltan los billetes de 100 pesetas. Acuñado en Madrid el 17 de noviembre de 1970, este billete rinde homenaje a Manuel de Falla, figura destacada en la música española. Su valor ha crecido considerablemente con el tiempo, y en la actualidad, puede valer hasta 1.500 euros en el mercado coleccionista.