Luis Rubiales no deja ser señalado del peor modo posible debido al beso sin consentimiento que le dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial de Fútbol Femenino. Y, con ánimo de defenderlo, su madre se ha atrincherado en la iglesia de la Divina Pastora de Motril, en Granada. La mujer, llamada Ángeles Béjar, ha iniciado una huelga de hambre y no piensa desistir hasta que su heredero no deje de ser juzgado.
Este martes, la madre de Luis Rubiales entabló diálogo con "El programa del verano" y llamó a Jenni Hermoso a contar lo que realmente sucedió entre ella y su hijo. "Hola, quiero que esta chica diga la verdad", lanzó en primera instancia al hablar con Patricia Pardo. Acto seguido, dejó saber que está bien de salud, pero que seguirá firme donde está.
"Quiero rezar", prosiguió no sin complementar: "Creo mucho en Dios y pido la verdad. Estaré hasta que mi cuerpo aguante". La mujer no piensa abandonar la iglesia: "No me importa perder la vida por la justicia, porque mi hijo es una persona decente".
"Quiero que esta chica diga la verdad".
Como comentamos hace pocas horas, Luis Rubiales aún no ha podido contactarse con su madre, por lo que está muy preocupado por ella. Así lo dejó saber una amiga muy cercana al dirigente deportivo: "Está pasando un día malísimo, porque hoy he podido hablar con él y está fatal. No sabe lo que hacer porque su madre para él es lo más importante del mundo y está ahí dentro. No se puede comunicar con ella ni puede hacer nada con ella", comentó en "Así es la vida".
Casi todos contra Rubiales, menos Riesco
Gran parte del universo mediático se ha puesto en contra de Luis Rubiales, quien el viernes pasado anunció que no piensa dimitir a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol. La periodista Marta Riesco, en cambio, rompió una lanza por el hombre: "Para mí no debería dimitir. Creo que se ha montado un escándalo por algo que hacemos siempre con nuestros colegas o incluso compañeros", afirmó.