En el apasionante universo del coleccionismo de sellos postales, dos piezas extraordinarias han dejado una marca imborrable, estableciendo nuevos estándares en términos de valor y rareza.
Los coleccionistas de sellos postales de todo el mundo están maravillados por estos tesoros filatélicos que han alcanzado precios asombrosos y se han convertido en los sellos más caros de la historia.
El primero de estos íconos es el famoso "Jenny invertido", cuya serie fue emitida en 1918 por el servicio postal de los Estados Unidos. Lo que hace que este sello sea particularmente notable es su error inusual: en la primera edición, el avión representado en el sello aparece invertido. Tanta es la fascinación en el mundo del coleccionismo que un ejemplar de este sello se vendió por la increíble cifra de un millón de dólares.
Por su parte, las Islas Mauricio han contribuido con su propia joya a la historia de los sellos postales valiosos entre los coleccionistas. En 1847, cuando eran una colonia británica, se crearon dos estampillas para una invitación a un evento social. Estas estampillas, conocidas como El Mauricio Naranja y Azul, vienen en dos versiones de colores distintos: azul y naranja.
Solo estos dos sellos valen alrededor de cinco millones de dólares.
Asombroso valor
La rareza y el contexto histórico de estos sellos postales han atraído la atención de los coleccionistas, llevando el precio de estas piezas a un asombroso total de cuatro millones de dólares. Con tan solo 26 ejemplares conocidos de esta serie, los sellos de las Islas Mauricio se han convertido en símbolos de prestigio en el mundo del coleccionismo.