El caso de Luis Rubiales parece haber llegado a su fin con la dimisión del presidente de la RFEF durante la noche del domingo. Desde que el incidente del beso no consentido con Jenni Hermoso ocurrió, las autoridades le venían pidiendo al dirigente que dé un paso al costado.
Ahora comienza otra historia, quizás incluso más compleja de lo que fue el escándalo provocado por Luis Rubiales. La elección del próximo presidente de la RFEF. Quien sea que suceda a Rubiales, será el vigésimo octavo mandatario en la historia de la institución, contando a Pedro Rocha, quien ejerce este cargo de forma interina.
De acuerdo al estatuto de la RFEF, se ha activado la necesidad que establece el artículo 31,8, que sostiene que se debe crear una comisión gestora que convocará a los clubes a elecciones para elegir al próximo presidente de la institución.
Rocha y otros 19 barones territoriales son conscientes que viven una época compleja para la RFEF. La imagen de la Federación ha sido dañada en plena carrera por convertirse en la sede del Mundial 2030 junto a Portugal.
La danza de nombres
Salvador Gomar, presidente de la Valenciana es uno de los nombres que se postulan. Siempre fue crítico a Rubiales. A su vez, Rocha también se perfila para continuar en el cargo, pero su afinidad con su antecesor podría ser un impedimento para ello. Algo similar ocurre con Elvira Andrés, quien hace una semana fue nombrada directora de gabinete de la RFEF.
Salvador Gomar, presidente de la Valenciana es uno de los nombres que se postulan.
El presidente de la Andaluza, Pablo Lozano, tiene el visto bueno del Gobierno por su pasado en el PSOE. Mientras que el presidente de la Madrileña, Paco Díez, empezó a postularse a sí mismo desde la Asamblea Extraordinaria en donde Rubiales se reafirmó en el cargo. Todo parece indicar que las elecciones recién se llevarían adelante en algún momento del 2024.