El escándalo generado por la actitud de Luis Rubiales en las celebraciones de la obtención de la Copa del Mundo en Australia por parte del seleccionado femenino continúa. La dimisión del presidente de la RFEF podría aplacar el asunto, pero Vero Boquete ha querido reconocer que no han sido días fáciles.
En una entrevista con “Der Spiegel”, la excapitana de la selección femenina celebró haber ganado “una batalla” con la dimisión de Rubiales. Vero Boquete entiende que el dirigente no tenía nada qué hacer amarrándose a u puesto de esa manera. “Queremos un cambio más profundo”, avisa.
De acuerdo a lo que ha comentado Vero Boquete en la entrevista con el mencionado medio, el teléfono móvil de Jenni Hermoso fue hackeado. De este modo, el entorno de Rubiales habría buscado una manera de ensuciar la imagen de la delantera del Pachuca y exonerar al ahora expresidente de la RFEF.
"Así es la guerra. Sabíamos que no había reglas. El móvil de Jenni fue hackeado. Tuvieron acceso a fotos y videos. Luego se filtraron las cosas que podían servir para atacar a la víctima", afirmó Vero Boquete al ser consultada por las imágenes de las jugadoras bromeando sobre el episodio.
"Sabíamos que no había reglas. El móvil de Jenni fue hackeado".
Contundente
"En el autobús también hay otros momentos en que las jugadoras dicen que se trata de algo muy serio que no se puede tolerar. Como la FIFA le había prohibido a Rubiales contactar a Jenni él buscó entonces otros caminos", agregó Vero Boquete, quien consideró que, antes del beso, Rubiales y Jorge Vilda ya habían tenido numerosas quejas sobre su comportamiento y las condiciones de entrenamiento.