En el sector de la numismática, algunas monedas aparentemente comunes pueden convertirse en auténticos tesoros para los coleccionistas. En este caso, las monedas de dos céntimos se han destacado por su valor inesperado en el mercado de colección.
En esta nota te contamos sobre tres ejemplares de estas monedas que han llamado especialmente la atención de los apasionados por la numismática. La primera es la moneda de dos céntimos de Italia del año 2002.
Esta ha capturado la atención de los coleccionistas debido a su escasez en el mercado. A medida que fue reemplazada por nuevas emisiones, su disponibilidad disminuyó considerablemente. En las ferias de numismática, no es raro encontrar ejemplares de esta moneda valorados en alrededor de 150 euros.
Estas monedas de céntimo multiplicaron su valor de forma asombrosa.
Por su parte, también las monedas de dos céntimos de Portugal, también de 2002, han atrapado a los amantes del coleccionismo. Este ejemplar se ha vuelto codiciado en las subastas donde algunos entusiastas han llegado a pagar hasta 200 euros por una sola pieza. Su atractivo radica en su relativa rareza y su valor histórico como parte de la serie de monedas euro de Portugal.
Aún más valiosa
Finalmente, en el caso de España, las monedas de dos céntimos de euro acuñadas en 2018 han ganado notoriedad por una peculiaridad única. Esta moneda en particular fue fabricada con un error evidente: presenta un exceso de material que resulta en relieves más gruesos en comparación con otras monedas de la misma denominación. Esto generó que, en subastas de numismática, algunos compradores han llegado a ofrecer asombrosas sumas de hasta 1.000 euros por una de estas monedas.