Algo tan sencillo como un sello postal podría cambiar tu vida de la noche a la mañana. Parece algo utópico, pero es cierto. En el mercado de la filatelia, hay piezas únicas que valen oro. ¿Por qué? Son muchas las razones. Algunas veces tiene que ver con errores de impresión o partidas que salieron mal, pero otras ocurre porque no hay muchas en el mundo o son especialmente importantes para entender la historia.
Bélgica tiene un sello postal que pasó a la historia de la filatelia como uno de los ejemplares más interesantes del mundo. Se llama sello Bélgica de ciruela de 1915 de 5fr.
Representa el rostro del rey Alberto I. Estas estampillas salieron por primera vez en 1912. Alberto ascendió al trono en diciembre de 1909, pero los modelos con su retrato todavía no habían sido preparados y las nuevas planchas no estuvieron listas hasta 1912.
La versión Plum es un sello postal brillante con este tema. Según registra “findyourstampsvalue.com”, se considera el más raro del país.
3.000 dólares (2.799 euros).
La impresión solo se hizo en 200 ejemplares. Robert A. Siegel vendió un ejemplar de 1915 de 5fr de la Colección Viajeros del Mundo el 25 de junio de 2015 por 3.000 dólares (2.799 euros).
Un sello postal puede ser un negocio a futuro
Entre los coleccionistas hay personas que simplemente quieren sentir una pieza única, pero también existe otro grupo que ve en cada sello postal una posibilidad de inversión. Los modelos que hoy valen miles de euros, el día de mañana podrían revalorizarse si se conservan en buenas condiciones.