La filatelia, el arte de coleccionar sellos postales, ha demostrado ser una afición apasionante y lucrativa a lo largo de los años. Algunos sellos postales han alcanzado precios asombrosos en subastas, convirtiéndose en tesoros altamente valorados por los coleccionistas de todo el mundo.
Por ejemplo, en el año 2014, se hizo historia en el mundo de la filatelia cuando se vendió uno de los sellos postales más caro de todos los tiempos: el Magenta de un Penique de Guayana Británica. Este sello, considerado una joya entre los coleccionistas, se adjudicó en una subasta en Nueva York por la increíble suma de nueve millones de dólares.
Otro sello que ha dejado su huella en la historia del coleccionismo es el Jenny Invertido. Esta serie de sellos fue emitida por el correo norteamericano en 1918, y su particularidad reside en que en la primera entrega, el avión representado en el sello estaba invertido.
El error en estos sellos postales los ha convertido en uno de los más emblemáticos de la filatelia y un objeto de deseo para los coleccionistas. Una de estas piezas se vendió por la impresionante suma de un millón de dólares, demostrando el valor que pueden alcanzar los sellos raros y excepcionales.
Estos son los sellos postales más caros del mundo.
El Mauricio Naranja y Azul
En el mundo del coleccionismo de sellos postales, El Mauricio Naranja y Azul es una leyenda. Estas estampillas fueron creadas para una invitación a un evento social en las Islas Mauricio en 1847, que en ese momento era una colonia británica. Estas estampillas tienen dos versiones, una en azul y otra en naranja, y se estima que solo existen 26 piezas de esta serie en todo el mundo. El valor histórico y la rareza de estas estampillas las llevaron a alcanzar un precio sorprendente de cuatro millones de dólares en una subasta.