Una investigación reciente, publicada en la revista "Obesity", ha arrojado luz sobre este tema, revelando que la actividad física matutina y entrenar en las primeras horas podría ser la clave para una pérdida de peso eficaz. El momento del día en que realizamos ejercicio puede influir significativamente en cómo nuestro cuerpo responde a él desde un punto de vista fisiológico.
Según César Bustos, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y vocal de la Sociedad Española de Sobrepeso, empezar el día y entrenar estimula diversos procesos metabólicos, lo que permite al cuerpo aprovecharlos durante las otras horas.
El impacto positivo de hacer ejercicio por la mañana se extiende más allá de la estimulación metabólica. También garantiza que se complete la actividad física antes de que las múltiples obligaciones diarias puedan interferir, abordando así uno de los problemas más comunes relacionados con la falta de adherencia a entrenar.
Según los resultados de la investigación, la franja horaria óptima para beneficiarse al máximo del ejercicio en la lucha contra la obesidad es entre las 7 y las 9 de la mañana. Esta ventana de tiempo parece ofrecer los mejores resultados en términos de pérdida de peso.
Sin embargo, es importante destacar que la elección del momento del día para hacer ejercicio depende en gran medida de los objetivos individuales y qué busca cada uno a la hora de entrenar.
No dejes de entrenarte.
Lo profundo
Para los atletas de élite, entrenar en el momento del día en que compiten es fundamental para adaptar su preparación a las condiciones reales de la competición.