La American Film Institute (AFI), una entidad mundialmente reconocida por sus listas de películas, ha revelado recientemente un 'ranking' con los cinco mejores villanos en la historia del séptimo arte. Empecemos desde el quinto lugar, y les aseguramos que el primer puesto es completamente merecido.
En el quinto escalón nos encontramos con uno de esos villanos típicos de los años setenta. En realidad, se trata de una villana: la enfermera Ratched, del filme "Atrapado sin salida". Esta película, dirigida por Milos Forman y estrenada en 1975, presenta a Louise Fletcher en el papel de una jefa de enfermería que hace pasar un mal rato a sus pacientes. El Hospital Salem es su centro de operaciones maquiavélicas y su pasatiempo favorito es administrar electrochoques.
El cuarto lugar está ocupado por otra villana: la malvada bruja del Oeste, interpretada por Margaret Hamilton en el clásico de 1939 "El Mago de Oz". Esta película, dirigida por Victor Fleming y protagonizada por una eternamente joven Judy Garland, convirtió al color verde en algo que se debe evitar, gracias a la interpretación de Hamilton. Sus uñas largas, nariz puntiaguda y facciones terroríficas aún asustan a personas de todas las edades.
Darth Vader, del universo Star Wars, se ubica en tercer puesto y, sin duda, es uno de los más icónicos villanos que ha dejado una marca indeleble en la pantalla grande. Su máscara y su tenebrosa respiración lo convierten en un terror intergaláctico que despierta temor y fascinación en igual medida. Lo mismo puede decirse de uno de los numerosos personajes tenebrosos creados por el genio del terror, Alfred Hitchcock.
Hablamos de Norman Bates, el personaje principal de "Psicosis" (1960), quien se lleva el segundo lugar en la lista confeccionada por la AFI. Anthony Perkins fue el encargado de llevar al cine a un hombre obsesionado con su madre, que, ante el más mínimo sentimiento emocional por alguna otra mujer, prefiere recurrir a la violencia más salvaje. Uno de esos villanos en toda regla.
Malo malísimo
Finalmente, en el primer lugar, tal como muchos aficionados al suspense presumían, nos encontramos con el doctor Hannibal Lecter de "El silencio de los inocentes". La película, dirigida por Jonathan Demme y estrenada en 1991, se convirtió en un fenómeno cultural gracias a la interpretación de Anthony Hopkins como un prestigioso psiquiatra que siente atracción por degustar a sus pacientes.